LAS SALAS DE CINE EN BARCELONA A DÍA DE HOY



El mundo de la exhibición cinematográfica ha pasado por diversas crisis en las últimas décadas, la universalización del televisor en los hogares españoles fue uno de ellos durante los años sesenta y setenta, la llamada crisi del video en los ochenta con la gran proliferación de video-clubs que nos ofrecían (ya) la posibilidad de visonar cómodamente en nuestra casa la película que elijiéramos con sólo acercarnos a la vuelta de la esquina; y finalmente lo que algunos consideran que es la mayor crisis del sector, internet.

El hecho de poder bajarnos películas puede ser un elemento que influya en la menor asistencia del público a las salas de cine, pero después de varios años de rastreo por barcelona, españa, europa y otros lugares del mundo, la crisis actual del cine, no nos engañemos, viene de la mano de las grandes corporaciones y de las complicidades de los poderes municipales, cuyo máximo beneficio proviene de los impuestos de los grandes negocios.

Grandes multinacionales, en estos momentos sobretodo del sector textil, copan el centro de nuestras grandes y cada vez más caras ciudades, con grandes tiendas, muchas de ellas con la doble función de la venta directa y del reclamo publicitario e invasión cultural que supone colpasar los lugares emblemáticos de la ciudad, lugares anteriomente de paseo y ocio, y actualmente destinados casi en exclusiva al consumo privado. Zara y Benetton, por poner los dos ejemplos que más nos hemos encontrado, ocupan el espacio que antes ocupaban los grandes cines del centro. Por otro lado los barrios han quedado absolutamente despoblados de cines, a excepción de esa nueva estrategia de ubicarlos, en forma de grandes multisalas, en grandes centros comerciales que han surgido cual setas en los barrios de lo que antes se llamaba clase baja o media-baja.

Tanto es así que de los 10 distritos en que se organiza la ciudad de Barcelona, sólo l'Eixample, con aún un relativo número de cines históricos, algunoss de ellos de la família Balañá, sigue teniendo una presencia y una oferta significativa de cines de estreno (ya que el re-estreno prácticamente ha desaparecido en al ciudad, salvo una o dos honrosas excepciones, el cine Méliès, propiedad del cineasta Carles Balagué, donde a menudo, además de una intersante oferta, se exhiben sus documentales, o del cine Maldà, de próxima reapertura, y ya será la trecera vez que intenta salir a flote). Prácticamente el resto de distritos tiene que conformarse con multisalas ubicados en grandes centros de consumo, a excepción del pequeño distrito de Gracia, que afortunadamente conserva la oferta de los Verdi, los Cinemes Girona (reabiertos con este nombre muy recientemente), los Casablanca y los Bosque.

Empezando por los distritos más populares (anteriormente y en lengauje menos políticamente correcto, llamados deprimidos o pobres), este es el estado de la cuestión hoy en día en Barcelona.

Nou Barris: no conserva ninguno de las decenas de cines que tuvo. Sólo se puede ver cine en los multisalas del centro comercial Heron City

Sant Andreu: a excepción de los Lauren Sant Andreu (empresa, Lauren, con una importante inyección económica de la Generalitat de Catalunya), sólo dispone de los multicines en el gran centro comercial de La Maquinista, anteriormente taller de la enorme Maquinista Terrestre y Marítima, S.A.

Horta-Guinardó: todo este gran distrito sólo cuenta, nuevamente, con los Cines Lauren Horta

Sant Martí: sólo cuenta con el enorme multisalas del centro comercial de Diagonal Mar en el barrio de Besòs, con los multicines del centro comercial de Glòries y con los Cines Icaria en el centro comercial Vila Icaria del barrio de Nova Icaria

Sants-Montjuïc: extensísimo y popular distrito de Barcelona que a la espera de la apertura del macrocentro comercial en que ha de convertir la antigua plaza de toros Las Arenas en un adefesio, y si no me falla la memoria, no tiene cines. Sí, perdón, conserva, aún, la sala Arenas como cine gay y el buque insignia de la familia Balaña, El Palau Balañá muy cerca de la estación de Sants.

Ciutat Vella: a la espera que por fin pueda reabrir el cine Maldà, sólo cuenta con los multicines de la gran zona comercial y/o de "ocio" del Maremagnum (por cierto, junto con el Camp Nou, el lugar más visitado de toda Catalunya)y con los Lauren Universitat.

Les Corts: únicamente cuenta con la magnífica oferta de los Cines Renoir

Sarrià-Sant Gervasi: el distrito con una mayor poder aquisitivo sólo cuenta con los multisalas de Cinesa Diagonal

Y al norte y sur de la ciudad (anteriormente llamado extrarradio), tenemos:

Santa Coloma de Gramenet: con una población censada de más de 120.000 habitantes (tanta como en un gran distrito de Barcelona) no tiene desde hace años ninguna sala de cine de ningún tipo.

Sant Adrià del Besòs: ningún cine

Badalona: con 220.000 habitantes censados sólo cuenta con el mega-multisalas del recién inaugurado centro comercial Màgic, llamado "Megacine"

Y si nos vamos al sur, al Baix Llobregat (cuya población supera el millón de habitantes), con ciudades como L'Hospitalet, Cornellà, El Prat, Viladecans, Sant Boi, Gavà.. ya no nos encontramos con ningún cine fuera de macrocentros comerciales. Ya ni tan sólo nos queda el mítico el Cine Rambla de l'Hospitalet, que ha cerrado estos días en una ciudad que cuenta con aproximadamente 300.000 habitantes y que ha perdido todos sus cines.

Sin embargo, y como excepción que confirma la regla, pero que espermos pueda ser un modelo a seguir, acabamos de enterar de esto, lo cual nos hace muy felices:

"L’Ajuntament de Sant Boi ha fet una arriscada aposta per satisfer un vell anhel dels seus veïns: tenir un cine, i de protecció oficial. L’ajuntament ha obert el complex de cines de Can Castellet, al carrer de Jaume I, amb cinc sales amb capacitat per a 122 persones que ha costat cinc milions d’euros.

Els últims cines del municipi van tancar fa més de 30 anys i la creació de noves sales és una «demanda ciutadana de primer ordre», segons l’ajuntament. L’alcalde, Jaume Bosch, va explicar que la gestió del centre d’oci estarà en mans d’una empresa privada i que el model de negoci fa que estiguin segurs que no hi haurà dèficit. «És cert que hi ha cines que tanquen, principalment als centres comercials, però n’hi ha d’altres amb una cartellera més cultural, com el Verdi, a Barcelona, que segueixen com en els seus millors temps. Hi haurà cine comercial, però també concerts i clàssics del cine», va explicar l’alcalde.

El caràcter «social» del nou centre implica que els preus de les entrades siguin una mica més barats: cinc euros els dies laborables i sis els diumenges. L’ajuntament espera tenir aquest any uns 60.000 espectadors, principalment veïns de Sant Boi que no hauran d’anar a altres municipis per veure cine".


http://www.salvemelrambla.com/

CINE ODEÓN (Barcelona)


En un nuevo ejercicio de memoria histórica, o de arqueología urbana, me gustaría recordar el Cine Odeón. Cuando los que vivímos nuestra infancia en los primeros ochenta en la zona sur de Nou Barris o en el barrio de Sant Andreu nos ponemos a recordar los cines que había en el paseo de Fabra i Puig, ese largo paseo comercial que divide (o mejor dicho, que une ambos distritos separados por la Avenida Meridiana) solemos acordarnos fácilmente del Cine Virrey, ubicado en la plaza de Virrei Amat, o del Cine Astor, otro cine de sesión doble que estaba situado en el propio paseo, a un escaso centenar de metros del Virrey, o del Cine de Victoria, el único cine de estreno del paseo y uno de los pocos cines de estreno cercanos (en Nou Barris no había ninguno y en el Distrito de Sant Andreu estaba el Río en la calle matanzas, en el barrio del Congrés o el Rívoli en la Sagrera). Pues bien, el Passeig de Fabra i Puig tuvo otro cine de sesión doble, el Cine Odeón, en pleno barrio de Sant Andreu, justo enfrente del que hoy es único cine de todo el Distrito (si exceptuamos los multisalas de La Maquinista), los Cines Lauren Sant Andreu (anteriormente sede del SAT, Sant Andreu Teatre).

El Cine Odeón, cerrado muy a principios de la década de los ochenta, se situaba donde hoy se ubica el Mercado Odeón, y conserva plenamente su estructura original. Pero a no ser que te llame la atención que un mercado se llame "Odeón" jamás te pararías a pensar que en aquel recinto, miles de santandreuencs y de vecinos de barrios cercanos pasaron muchas tardes de diversión y evasión y con amigos o con familia gozaron de la magia del cine. Vaya nuestro homenaje, como siempre, a esos lugares cada vez más olvidados, que llenaron de sueños algunas tardes de nuestras vidas.